Durante tres días hicimos lo que mejor sabemos: llevar productos naturales de calidad con mucho cariño y dejarnos sorprender por todo lo demás.
Lo mejor fue todo lo que pasó alrededor: las preguntas curiosas, las historias compartidas, los «¿esto me puede ayudar con…?» seguidos de largas conversaciones que terminaban en una risa o en un “me voy a animar”.

Pero además de nuestras hierbas, superfoods, nopales y esas cositas que a muchos ya les cambiaron la rutina, esta vez llevamos algo nuevo: la idea de sumar a una causa que nos mueve. Un porcentaje de nuestras ventas fue directo al Refugio Love Miracle para comprar comida para sus perritos rescatados. También tuvimos sus latas de ayuda, y ver cómo la gente se acercaba sin que le digamos nada, fue un recordatorio de que la compasión está más viva que nunca.
Y como nos gusta regalar detalles que nadie espera, imprimimos tarjetas con animalitos adorables y frases que sacaban un “awww”. Hubo quienes se las llevaron para la oficina, quienes las coleccionaron como si fueran figuritas, y quienes se emocionaron de verdad. Porque sí, una tarjetita con un perrito diciendo algo bonito puede alegrarte más que una taza que dice “tú puedes”.
En resumen: vendimos naturaleza, compartimos causas, regalamos ternura, y nos fuimos con el corazón lleno.
¡Gracias por estar, por volver, por confiar y por contarnos sus historias! Si se llevaron algo nuestro, esperamos que ya lo estén disfrutando.
Y si no… ya habrá otra oportunidad, con más productos, más frases y, quién sabe, tal vez stickers con alpacas sabias.







